jueves, 31 de diciembre de 2009

Reyes Magos







Mis reyes se presentaron esta mañana, por sorpresa.
Es cierto que cada vez tenemos menos regalos, pero significan más.

No voy a hablar de propósitos para el año nuevo, porque nunca los cumplo.
No voy a agradecer nada a nadie, porque eso no se demuestra escribiendo.
Sólo os deseo a todos un año que supere al 2009 pero en ningun caso al 2011.


Feliz Año.

jueves, 17 de diciembre de 2009

No más personajes anónimos

Mi hermana me anima a valorarme por dentro y por fuera.

Mi madre quiere que revise mis escritos antes de imprimirlos.

Mi padre quiere que justifique en el word.


Pero nunca lo hago.


Eva y Vicen escribieron muchas cosas sobre mí hace mucho tiempo en un folio blanco. Tinta negra (conociendo a mi madre, Pilot 0.5). El papel está doblado en cuatro partes.

Según ese mapa de mi misma; aprendo rápido, tengo ideas creativas, tomo decisiones, sé inglés y tengo la cintura fina. Además, me manejo bien con las cuentas cotidianas y tengo un estilo propio a la hora de escribir. ¡Ah! Y tengo soltura para ir a pequeños recados.


Pero yo, me avergüenza decirlo, que nunca escribí nada sobre ellos, he de decir que, quién sí aprende rápido y SOLO, es Vicen. Nunca se lo he dicho pero en mi cabeza siempre lo he visto como un “proceso acción-reacción”. Lo toco todo y miro a ver qué pasa.
Una vez mi tía Carmen me pilló tocando todos los botones que encontraba a mi paso, manoseándolo todo, abriendo cajones y demás en casa de mi abuelo Juan. Me dijo que era igual que mi padre.

Irene tiene muchas ideas creativas. Corta vestidos y se hace camisetas. Llevó leggins y manoletinas cuando nadie se las ponía. Se le ocurren cosas como: “Zombie Love. ¿Qué es lo que más me gusta de ti? Tu cerebro”. Además sabe inglés. Y alemán.

Eva también tiene estilo propio al escribir. Y al dibujar. En esto último tiene un plus, lee el futuro. Un día pintó un pitobalín.
Sabe tomar decisiones. Yo por eso siempre le pregunto.



He omitido algunas palabras como “papá” y “mamá”.
Tenía que hacerlo. Nos subiría el azúcar a todos.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Quiero ser

Quiero ser Sienna Miller. Quiero ser Filippa Smeds. Quiero ser Hanna Beth. Quiero ser Zoe Kimball. Quiero ser Heath Ledger. Quiero ser Uma Thurman. Quiero ser Lily Allen. Quiero ser Quentin Tarantino. Quiero ser Jessica Stam. Quiero ser Luis Bassat. Quiero ser Sid Vicious. Quiero ser Julian Casablancas. Quiero ser Debbie Harris. Quiero ser Joey Ramone. Quiero ser Luke Pritchard. Quiero ser Joaquín Lorente. Quiero ser Jude Law. Quiero ser Jessica Orogliasso. Quiero ser Kurt Cobain. Quiero ser Coco Chanel.

Pero, al final... me ha tocado ser Paula Albert.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Ho Ho Ho

Mi cuento de Navidad.


Es difícil escribir el último cuento.

En Navidad siempre me da por pensar y echar la vista atrás. Será por aquello de hacer un balance (o de intentarlo).

Aún recuerdo mis primeras navidades en el instituto. Pedí para reyes un equipo de música y un par de cd's. También recuerdo cómo empezaba una etapa totalmente nueva para mí. Tan sólo tenía doce años, pero yo sentía que aquello ya era otra cosa.

Ahora, en la distancia, me doy cuenta de lo rápido que ha ido el tiempo, y cómo nos ha transformado el instituto. Seis años han dado para mucho, y no sólo para aprender cosas como que Tariq cruzó el estrecho en el año 711 (que también).

Hemos estrechado lazos que serán para siempre, y otros que nos acompañaron un trozo del camino. Cada año llegan amigos nuevos y con ellos ilusiones y perspectivas nuevas.

Excursiones, concursos, juegos, amigos. En seis años lo hemos pasado todo. Madrid, París, Londres, Nottingham... de eso no nos podemos quejar.
Hemos crecido, evolucionado y madurado. Supongo que en estos seis años hemos cambiado más rápido y en mayor manera que en cualquier otro momento de nuestra vida. Por eso necesito hablar de ello y sobre todo, que permanezca. Quiero que pase el tiempo y de nuevo recordarlo todo, quedándome sólo lo bueno e intentando hacer una crítica constructiva de lo malo.

A los que entráis: disfrutadlo. Aprovechadlo, degustarlo, implicaros en ello y sabed usarlo.

A los que salimos: mucho ánimo, esfuerzo, ganas y valor.

Necesito expresar el mensaje optimista que todos los que nos vamos necesitamos oír, y es algo así como 'podemos'. Porque sé que podemos, y porque otros han podido.

Quizá éstas sean nuestras primeras Navidades en las que el descanso no vaya a ser uno de los protagonistas, pero sobreviviremos.

Éste es nuestro último cuento de Navidad, y sólo nosotros podemos escribir el final.

Paula Albert.

martes, 8 de diciembre de 2009

¡Para Reyes!


Mmmmmmm voy a pasar de hablar de exámenes y mierdas (que podría) y voy a dedicarme a otra cosa.

Os muestro mi futura adquisición.

El "Libro de la mujer fatal", que reúne dieciséis fragmentos de la literatura mundial sobre "mujeres mortíferas que cautivan y repelen" y cuya principal destreza es "destrozar la vida de un hombre", es, en realidad, un compendio de pistas para tratar de entender la fascinación del poder femenino. Seguir leyendo el arículo.

Siempre me he preguntado por qué algunas mujeres queremos emular a la 'femme fatal', aún sabiendo que es el producto de una mirada masculina atraída por lo incomprensible, por esa destructiva naturaleza que se asocia con lo femenino".

Así comienza el prólogo de "Libro de la mujer fatal" (Ediciones 451), que su autora, Marta Sanz, ha subtitulado "La estirpe de las chupadoras de sangre" y donde se explica el por qué de esa atracción, tanto en hombres, como en mujeres.



Pues eso, id pensando qué les váis a pedir a vuestras majestades!

jueves, 3 de diciembre de 2009

Women

Si os fijáis, el 98% de las veces que se hace una cita de alguien, ese alguien es un hombre. Pero las mujeres también han dicho cosas. Increíbles, divertidas, irrelevantes, emocionantes...

He tenido éxito en la vida. Ahora intento hacer de mi vida un éxito Brigitte Bardot.

Cásate con un arqueólogo. Cuanto más vieja tehagas, más encantadora te encontrará Ágatha Christie

Vivir sola es como estar en una fiesta donde nadie te hace caso Marylin Monroe

Cuando un hombre se echa atrás, retrocede de verdad. Una mujer solo retrocede para coger carrerilla Zsa Zsa Gabor